miércoles, 17 de septiembre de 2008

Río Tahuamanu


Río Tahuamanu

Déjame pasar

Vienen los sicarios

Nos quieren matar

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Serenata a Gladys Moreno


Tupiza 1962.
Tendría 16 años cuando mi madre nos regaló unos pesos para ir a escuchar el concierto de esta mujer de rara belleza y hermosa voz que cantaba las mejores cuecas y los más bellos taquiraris. La irreverente galería del Teatro Suipacha estaba repleta de gente que, como en misa, escuchaba el concierto. La cantora oriental se fue satisfecha a contar a los cambas que Tupiza era una ciudad de mucha actividad artística y público culto. Arturo Sobenes le tomó la palabra y se vino a la “Joya de Bolivia” a seducir a las muchachas bonitas con su voz varonil cumpliendo también el noble propósito de unir Bolivia.Pasaron muchos años. El periodista Luís Soruco Barba me invitó a su canal de televisión donde tuve la oportunidad de darle una serenata a la maestra. Gladys Moreno que miraba el canal televisivo recibió con entusiasmo mi agradecimiento por todo lo cantado, por todo lo dicho y hecho y porque hoy, su voz continua uniendo esta Patria dolida.
Serenata a Gladys Moreno

A la calle del querer
Esquina de la ilusión
Ya llegan los guitarreros
Con lindas peladas en un carretón
A brindar la serenata
A una bella dama del viejo balcón.

Traen vino de guapurú
Pa´ invitar a los vecinos
El entusiasmo encendido
Abre el sentimiento con toda emoción
Y con acordes sentidos
Un camba le canta su vieja canción.

Yo soy bohemio y cantor
Guitarrero enamorado
Siempre viví ilusionado
De que abra las puertas de su corazón
Para entregarle prendado
Todo el sentimiento en racimos de amor.

Qué linda está Santa Cruz
Bajo la luna de plata
Balcones en serenata
Ambiente sereno, luz sentimental
Ya se abren los ventanales
De Gladys Moreno la diva oriental.

Señora de la canción
Alondra de la alegría
Su voz en toda Bolivia
Ha encendido la braza de un Jenecherú
Mire usted la algarabía
Que su alma provoca aquí en Santa Cruz.

sábado, 6 de septiembre de 2008

De pistolas y pistoleros




La Bolivian-Railway, empresa ferrocarrilera inglesa instalada en el sector andino de Bolivia, pesadamente realizaba su trabajo desde la avenida Vasquez de la ciudad de La Paz subiendo al Altiplano pasando por las estaciones de Viacha, Eucaliptos, Oruro, Challapata, Uyuni, Atocha, Telamayu, Tupiza y Villazón rumbo a Argentina.
Tupiza, centro de abastecimiento de las minas del Cuarto Grupo o Minas del Sur, muchas de ellas, propiedad de los barones del estaño.
Las verduras, el queso de cabra, los tamales, el choclo de resistente y nutritiva mazorca amarilla y el contrabando industrial de Argentina hacía de la capital chicheña el habitual centro de llegada de los mineros para activar, el correo, el ferrocarril y el telégrafo comunicando a Tupiza con los grandes mercados de Estados Unidos e Inglaterra, centros de acopio de los minerales bolivianos.
Tupiza, el pintoresco valle de serranía hollywoodense, y la riqueza de los barones del estaño atrajeron el interés de Butch Cassidy & Sundance Kid.
Muchas son las historias que se cuentan de estos dos pistoleros que escribieron su aventura a balazos. Buscando oro, se alejaron de California y llegaron a esta tierra enterados de Patiño, Hotchild y Aramayo, conocidos mineros que estaban haciendo fortuna con un mineral que, en tiempos de guerra, cobraba tanto valor como el oro.
Allá en Tupiza, en la tierra de los cerros colorados y en la rica mina San Vicente, encontraron el reconocimiento de la historia.
Dicen que alguien le contó la historia al ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada cuando pasaba en Estados Unidos el exilio de su padre. Goni, fanático de la cinematografía, habría escrito el guión: “Butch Cassidy & Sundance Kid” para llevarlo a Hollywood, (Esta es la parte oscura de la historia). Lo cierto es que pasados los años, vimos la película del mismo nombre, interpretada por dos gigantes de cine: Paúl Newman y Robert Redford.

Butch Cassidy & Sundance Kid

Cuentan los paisanos
Los más viejos de la historia
Y traen a la memoria
Los años que no viví
Y cuentan de dos vaqueros
Que allá arriba en California
Vivían pegando tiros
Y llegaron hasta aquí.

Asaltaron diligencias
En Nevada, en Arizona,
En Sacramento and Long Beach
Y matando a pieles rojas
Se fueron a la frontera
Butch Cassidy & Sundance Kid.

Rompiendo caballo el Sheriff
Los siguió hasta la frontera
Ahí se armó la balacera.
Gano el sur así de plano
Se salvaron los villanos
Se llevaron el botín.

Allí asaltaron los bancos
Las cantinas, estaciones
Viajaron por las naciones
De la América Central
Así siguió la aventura
Los dos buscaban fortuna
Y se embarcaron al sur
Del canal de Panamá.

Cuentan que arriba en Los andes
Afilaron sus navajas
Se afeitaron frente al sol
Y en un lago de aguas claras
Lavaron sus interiores
Para entrar en la ciudad.

Allí se embarcaron en tren
Con dirección Argentina
Se les hizo piel de gallina
Cuando a Tupiza llegaron

Pues allí los esperaban
Dos soldados bien armados
Que estaban bien informados
De todas sus fechorías
Pues claro, eran amigos
De Jhon Dakota el alguacil.

Pegaron tiros por mil
Alborotando a la gente
Ninguno quiso morir
Frente a soldados valientes
Los dos pudieron huir
Con dirección San Vicente.

Allí en la mina estos hombres
Que escribieron tanta historia
Por alcanzar la victoria
Sólo querían vivir
Andaron muchos caminos
Desde arriba en California
Así, buscando la gloria
Vinieron aquí a morir.

Y después de muchos años
Encontraron la osamenta
Que volvió a su país
Y para eterna memoria
Ahora les conté la historia
De Butch Cassidy & Sundance Kid.