Bloqueo. Silvio Rodríguez. Publicado el 23 Agosto 2010
Estuve en la ciudad desde el sábado, me trajo la urgencia. Se nos fundió la tarjeta de video de la computadora, y Ojalá se detuvo. Aquí no se venden esas tarjetas. Ay de la compañía que lo haga. Multas millonarias contra ellos. Tampoco podemos encargarlas, por supuesto desde Cuba. Ese es nuestro defecto: vivimos donde no debemos. Por vivir donde nacimos somos malos, somos cómplices y, para colmo, somos bobos. La estupidez de vivir en nuestro propio país nos dificulta crear escuelas de música y estudios de grabación. Mucho más sostenerlos. ¿A qué condenado se le ocurre mejorar siquiera la parte del panorama profesional que le corresponde? Lo que hay que hacer es irse. Si es ilegalmente, mejor. Para algunos, la única forma de legitimar un proyecto es descalificando lo que sea que haya ocurrido en el último medio siglo en Cuba. Nos castigan porque nos quieren mucho. Sufren de vernos padecer en esta isla maldita. Por eso nos aprietan tuercas. Para que aprendamos a ser mejores cubanos desde afuera. Y toman medidas para aislarnos a los que ya éramos isleños. ¿Por qué las toman? Porque son los más ricos, los más bellos, los más felices. ¿Por qué contra nosotros? Porque nos consideran lo contrario. ¿Quiénes aplauden? Los que suspiran por parecerse a ellos. Por suerte siempre hay manos que logran escapar de ese “mundo libre”. Benditas. Somos un país que se dedicó a alfabetizar, a construir universidades de médicos y artistas. Y ahora pretenden hacer ver que nos gusta tener pianos sin cuerdas y vientos sin zapatillas. Vaya imaginación. http://www.cubadebate.cu/opinion/2010/08/23/bloqueo/
Desaliento y Dignidad del entrañable Silvio. Conozco ese sentimiento porque cargando la guitarra, hemos cantado clandestinos a partir de 1964 cuando el General Barrientos clausura el año escolar dejándonos en caída libre sobre terreno pedregoso, la masacre de mineros en la noche de San Juan, los sucesivos golpes de estado militares, el plan cóndor, la prisión, la tortura, la muerte, la desaparición, los gobiernos militares relacionados con el narcotráfico, la recuperación de la democracia y el tiempo vergonzoso de ser gobernados por dictadores reciclados y narcovinculados mientras cae…l e n t a m e n t e…el muro de Berlín arrastrando en su remolino a personalidades, dirigentes, líderes de partidos de izquierda y promesas de revoluciones mientras el neoliberaismo obedece líneas de política económica para salir del subdesarrollo y entrar a calidad de países en desarrollo para justificar la capitalización de las empresas estratégicas a precio de gallina muerta. Desaliento y Dignidad. Conozco ese sentimiento. A partir del año 2005 vivimos un nuevo tiempo. Estamos llegando al espacio con satélite propio mientras los indígenas del Beni se disponen a marchar. Estamos viajando en avión propio mientras hay problemas limítrofes entre Oruro y Potosí cuyos pobladores intentan pasar del estatus de miserables al estatus de pobres. Nuestra economía está más sólida que nunca, el estaño en 9 dólares la libra fina y el gas que dosifica el herario nacional mientras un niño mira como única opción, el sendero por donde se va su padre a trabajar en la mina. Y como dice Silvio: La estupidez de vivir en nuestro propio país nos dificulta crear escuelas de música y estudios de grabación. Mucho más sostenerlos. ¿A qué condenado se le ocurre mejorar siquiera la parte del panorama profesional que le corresponde?
Desaliento y Dignidad. Conozco ese sentimiento.
1 comentario:
Lucho, mi hermano: mas que interesante y aleccionatorio.Un fuerte abrazo! Manuel Capella
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