miércoles, 19 de enero de 2011

La masacre del Valle

22 de Enero 1974 - 22 de enero 2011

21 de Agosto de 1971.

El Golpe militar del entonces Coronel Hugo Banzer Suárez, instaura en el país una de las dictaduras más sangrientas que dura siete años. En esta dictadura se aplica una política represiva bajo la doctrina de Seguridad del Estado coordinada con los regímenes autoritarios de Chile, Uruguay, Argentina y Paraguay.

Ideólogos del gamonalismo en Bolivia, enarbolan la divisa de una Bolivia sin indios, Unos sostenían que el indio era una vacuidad sombría. Otros sostenían que el indio era una bestia de carga a la que había que explotar hasta la inhumanidad. Apoyados en estos conceptos, estos dictadores pretendieron iniciar el cambio de raza. El presidente René Barrientos atrajo a los menonitas y el coronel Banzer anunció la llegada de rodesianos.

Varios decretos relativos a una severa elevación de precios de los alimentos y la devaluación del boliviano de 12 a 20 Bs.- respecto del dólar, fueron los justificativos para ejercer: Detenciones arbitrarias, allanamientos, instalación de campos de concentración, tortura, ejecuciones sumarias, desapariciones forzadas y masacre de campesinos.

La eliminación más dramática de campesinos, fue la llamada “Masacre del Valle” ocurrida desde el 22 y 31 de Enero de 1974. Pidiendo la derogación de l

os decretos, los campesinos del Valle Alto inician el bloqueo de la carretera a Santa Cruz desde el Km 20 hasta el 126. Los pobladores de Sacaba se suman, y bloquean el ingreso al Chapare hasta el km 38.

Warapu de chicha fía

Brindada por la bandera

Virgen de la rebeldía

Bloqueando la carretera

La walyllunka de la huelga

Se mese por el paisaje

Cruza de Tolata a Melga

Vuelve de Clisa a Carcaje

Cuando un chiguanco se para

En la paz de una retama

Un cazador le dispara

Solo por hacerse fama

Enfrentando a las medidas, los obreros de la fábrica Manaco bloquean la plaza de Quillacollo. Los uniformados ocupan el lugar de manera violenta tomando presos y persiguiendo a los trabajadores.

Martes 29 de Enero. El Mayor Cordero al mando de tanques y caimanes repletos de soldados bien pertrechados llega a Tolata para iniciar un diálogo con la mentirosa presencia del presidente Banzer que no tenía la menor intención de ir. Una mujer lanza una piedra que abolla la puerta de un blindado y los soldados responden con ráfagas de ametralladoras. La fuerza aérea con aviones de combate, apoyan la masacre. Muchos campesinos huyen sin poder contar sus muertos. Concluida la matanza de Tolata, los militares avanzan por la carretera dejando grupos de soldados a lo largo del camino.

Exigiendo la derogatoria de las medidas de hambre, el mismo 29 de enero los campesinos bloquean en Epizana. Sin enterarse de lo ocurrido en Tolata, son atacados sorpresivamente. Algunos campesinos con viejos fusiles Mauser intentan defenderse, pero son fácilmente reducidos con metrallas de soldados del regimiento Tarapacá y comandados por el Mayor Cordero.

Los muertos eran arrojados a los barrancos o echados al río por la

“acción de limpieza” de los militares.

El testimonio de un sobreviviente dice: “Hemos visto montones de cadáveres, campesinos amontonados como leña. Otro testigo cuenta haber visto una treintena de camillas cubierta con mantas en un avión militar en el aeropuerto de Cochabamba.

Si un T´arajchi mañanero

En una jak´a se mueve

Siempre un perdigón certero

Mutila su canto leve.

Ay angustia contenida

Apacheta del desvelo

Queja de jurk´uta herida

Sin poder levantar vuelo.

Martes de la mala suerte

La justicia es un oasis

A quien reclamar la muerte

De doscientos waukemasis.

El 30 de enero los campesinos del valle alto, Sacaba, Melga y Aguirre se sumaron a la protesta contra la dictadura que declara “zona militar” en la región. En Sacaba la limpieza étnica dejó más de cuarenta bajas. Fueron tantos los muertos en Melga y Aguirre, que agotados, los soldados entregaban los cadáveres a sus familiares para su sepultura.

Que cosa ha de pasar más

Si pongo en una balanza

La venganza contumaz

O el ayni de la esperanza

Desdeñosa pichitanka

T´harajchi nunca enjaulado

Queja de jurkura blanca

Chiguanco desamorado

Waway waway nillahuanqui

Santa Veracruz tatala

El imperialismo yanqui

Ordena meternos bala

No quiero la paz del sauce

Ni el silencio de la ulala

Ahora soy río sin cause

Santa Veracruz tatala

No habrá injusticia que crezca

Ni el silencio tendrá abono

La sangre se agita fresca

En el p´huñu de mi encono

Después de la “Masacre del Valle, el General Banzer convoca a un grupo de campesinos, resabio del “Pacto militar campesino” y en el palacio de gobierno les dice: A ustedes, hermanos campesinos, voy a darles una consigna: “Al primer agitador comunista que vaya al campo…pueden matarlo, yo les daré una recompensa”. Sino, me lo traen aquí para que se entienda conmigo personalmente. El periódico Presencia fue el único que publicó el mensaje de este caudillo bárbaro que no retrocedió en la vigencia de sus decretos, más por el contrario, en la Cervecería de la ciudad de La Paz, durante un encuentro con los obreros dijo que estimaba a los hombres trabajadores que no lloraban por un pan. Mario Gutiérrez, jefe de Falange Socialista Boliviana respalda a su líder indicando que no se debía hacer tanto ruido porque el dólar hubiera subido unos cuantos pesos. A su vez el Ministro del Interior Cnel. Walter Castro Avendaño amenazó: Ya no se tolerará más huelgas ni paros de trabajo ni por medidas de devaluación, ni por elevación de precios de los artículos de primera necesidad.

Durante los 7 años de dictadura militar banzerista se dio la apropiación indebida de 17 millones de hectáreas de tierras fértiles bajo el sustento jurídico de la Revolución Suprema. Fueron pocos los beneficiarios de esta repartija de tierras entre ellos Militares que sostenían el régimen, parientes y colaboradores directos del dictador.

Minka del valor remoto

Unión lograda a destajo

Ahora que el pacto está roto

Atipasunchej carajo.


Fuentes

(1) Letra: Coco Manto-Música: Popular

(2) Nunca más para Bolivia – Federico Aguiló

(3) El fascismo en Bolivia – Jorge Echazú A. Fortunato Esquivel

(4) Intérprete y “Testimonios con guitarra” Luís Rico