viernes, 25 de julio de 2008

Emigrar o no emigrar. Esa es la cuestion


Luis Rico entrevista a un “Espalda mojada”

Esta es una historia que se repite cientos de veces cada dia, digo, cada noche en las fronteras de los paises ricos y los paises pobres. Entre norte y sur o para ser sofisticado: Entre paises desarrollados y paises en vias de desarrollo. Hombres y Mujeres aguerridos, e intrepidos, deciden dejar “todo por el todo” y se van. Se van a engrosar las filas de indocumentados, de trabajadores o empresarios exitosos, todos aquellos que alguna vez levantaron y con orgullo, una bandera boliviana.
Nuestro personaje es aquel que llaman “Ivan el terrible“, “El tio puro nervio” o “El pinfloy“ o simplemente Hibart.

Luis : Cuando viniste a Estados Unidos?
Hibart: En 1985
L: Como viniste?
H: He pasao la línea. Por la frontera de México.
L: Como ha sido eso. Cuentame.
H: Osea… El tramite se hacia en Bolivia hasta México. Hemos viajado de Cochabamba a La Paz, Lima, luego a México haciendo escala en Panamá. De México hemos agarrado otro avión hasta Tijuana. Desde México DF hasta Tijuana nos ha llevado otro hombre y nos ha dejado en un Motel de ese pueblo. Ahí hemos estado como dos días hasta encontrar a esos hombres que llaman "Coyotes". Legaron dos hombres y nos dijeron -Ustedes son tales personas no?. Solo era con senas. Con puras senas no mas era y dijo: han de venir dos, y la señal es: "El zorro". Si no dicen el Zorro, no les hagan caso.
Llegaron y uno de ellos dijo "El zorro" entonces ya sabemos que eran ellos, que los estaban mandado “el de aquí” para que pasemos en la noche. Que nos alistáramos. Que iríamos al paso. Llegaron los “Coyotes” a las 10 de la noche para ir al paso. Solo en la noche se podía pasar porque en el día hay un control terrible, pero terrible tanto por tierra como por aire. Primero hemos caminado bastante hasta encontrar un lado y hemos salido como a las 11 de la noche. Yo he pasado con una prima. Rosario se llama.
L: boliviana?
H: Si boliviana y "no te digo" que esa mi prima casi se muere porque no estaba acostumbrada a caminar. Esa noche estaba difícil el paso, porque venían carros de aquí como carros de México.
Los "Coyotes" iban adelante. Ellos conocen el lugar y nos conducían porque había sido un lugar terrible lleno de espinas y de tunas. Mi prima no podía ya caminar, ya quería desmayarse. Mas que todo el miedo a lo que estaba pasando. Entonces cuando se cansaba, yo tenia que cargarle en mi espalda porque ya no podía mas. Y no hay que quedarse porque los Coyotes los saben dejar. En total estábamos pasando unos 20 o 25. Si. Éramos cinco grupos de cinco, cada grupo guiados por un Coyote. Había mujeres también. Entonces hemos llegado a un lugar que se llama Arizona. Es famoso el lugar. Es un desierto realmente caliente. Un trecho no mas hemos pasado, No todo, porque el desierto de Arizona es grande !grande! pero ese trecho es el mas peligroso, mucha calor y muchas serpientes."No te digo". Las cascabeles. “no te digo“. Una pisada a una serpiente y es muerte segura y mi prima pues, “no te digo“ que casi se muerte, estaba pues por caer. El calor. Yo creo que llegaba a “100 grados Fahrenheit”.
L: La noche, la arena, las serpientes. Es duro eso no?
H: -!Pucha! Caminar por ahí es la muerte y ya no teníamos agua.
L: Y los Coyotes eran mexicanos?
H: Mexicanos. Eran mexicanos."De la chingada" hablaban. Era maloso el “Coyote” Era de carácter. Bien duro. Cuando se quedaba la gente, les gritaba:-Hey, no se me queden porque se los va llevar la chingada. Caminar en plena noche es cosa seria porque uno no sabe donde va a caer. O sea, sentíamos vacíos cuando estábamos en la montaña. En una de esas me entre a un hoyo, No podía sacar mi pie. Pensé que me había picado una víbora, pero vi que solo eran espinas en mis tobillos. La caminata era rápida “no te digo“. Hay un tiempo en que se puede pasar tranquilamente, de las 11 hasta las tres o cuatro de la mañana porque los guardias de duermen o se van, dicen a su lunch. Los Coyotes saben pues que días controlan y que días no. "No te digo" Los Coyotes son como “Conejos“. Conocen pues. Cuando ven que por arriba esta cerrado, cavan como conejos. Hemos pasado por un túnel. Era debajo de una carretera bien ancha. Ese túnel estaba hecho así no mas, pero había luces, es decir luces cargadas a batería, pero unas luces que apenas se divisaba. Un poquito no mas. De pronto nos han salido murciélagos. A mi por suerte no me han mordido. Esa noche les han mordido a varios.
L: y no han visto esqueletos de animales o de seres humanos?
H: No. no hemos visto, pero en Arizona nos han contado que son malos algunos Coyotes. Los llevan ahí y los dejan a algunos. Algunos Coyotes se equivocan o algunos "espaldas" se quedan, se van por otra parte y es muerte segura. Uhhhh es grande el desierto de Arizona. es un lugar que no se puede vivir. Uno va y ya es una muerte segura.
Para mi prima sobre todo ha sido una pesadilla porque no se imagino como era. Casi se muere. Es grave la cosa. Ahí uno esta caminando, caminando no mas y aparece un helicóptero de arriba con su luz. Baja ahí a buscar a la gente y tiene unos reflectores que alumbran pues “a todo el lugar” buscando a la gente. Vimos que alumbraba por el lado donde estaban los otros. Nosotros estábamos en el grupo que ha pasado primero. El helicóptero vio creo a una persona que estaba atrás y lo siguió. Seguramente los vio y ha bajado ahí, porque hemos escuchado gritos.!Stop! !Stop! hemos escuchado. En español mas -!Deténgase! !Deténgase! o disparamos- decían. Ha venido un carro, !uno mas! y otro. No pudieron hacer nada. Los agarraron nomás a todos… Mala suerte. Hemos pasado esa noche...mas o menos...10 no mas y a mas de la mitad los han agarrado… Mala suerte. Había una mujer que con un niño...que realmente...(nudo en su garganta) Yo no se. A un principio ha pasado la línea hasta cierto lugar no mas, pero después, ya no le escuche porque le agarraba al niño que estaba llorando, también por tanto caminar y...mas o menos un tiempo le escuche a la señora cuando estaba con el niño. Digamos unas horas...cuando ya no la escuche a medida que caminábamos. ya no escuche el ruido del niño. Que habrá pasao, creo que se quedaron atrás. Cuando se quedan, no se puede ya volver. Como vas a volver. !Porque te agarran! y es peor. Terrible la cosa...Que habrá pasao…No se que habrá pasao.
En la madrugada llegamos. Nosotros fuimos los primeros en llegar a San Diego. Después llegaban los otros… De uno en uno… De dos en dos. De los 25, 10 no mas hemos llegado. No había que decir nada. Hemos ido a una casa en San Diego. Ahí hemos dormido todo el día casi. Al otro día ya nos dijo el Coyote:- Mañana ya se van todos- Entonces le he llamado pues a mi hermano y le he dicho que mas o menos a las 4 llegaríamos al aeropuerto de Dallas. Allá me estaba esperando mi hermano.
L: Que es lo mejor que te ha sucedido aquí en Estados Unidos.
H: Al principio cuando recién llegue me impresiono mucho. Bonito el país realmente no?. He tenido buenos amigos de trabajo, no? Tengo un amigo que siempre hace trabajos que agarra por su cuenta y que también le gusta echarle unos traguitos el fin de semana. Me fue a buscar en mi casa y me dijo -Vamos a trabajar, necesito ayuda.-vamos- le dije yo. Era en la construcción de una casa grande, pero era grande la casa. Bonita. Hemos ido a arreglar unos decks que habían hecho mal y todo concerniente a carpintería. Pero era una casa grande que tenia este señor. Yo creo que este señor era muy millonario. Sus terrenos, “no te digo“, se perdían allá lejos. Tenia caballos, ganado. Ni te imaginas. Era increíble. En su carro nos llevo hasta una colina. Ahí nos dijo -Ven ese árbol allá? apenas podía ver.-Todo al rededor es mío- decía. Y su casa ahí. Grande realmente. -Desde lo alto veíamos...bonito. !Igualito que Cochabamba!. O sea me acorde de Cochabamba. O sea me olvide un momento que estaba aquí y dije -Caramba, estoy en Cochabamba dije. El señor me contesta -Así es tu país?- Oh si le digo- !igualito! -Oh, debe ser bonito tu país- me dice.
L: que cosa mala te ha ocurrido. Que cosa quisieras olvidar.
H: ...bueno, aquí he aprendido a tomar y he tomado un tiempo !Fuerte!
L: Has encontrado compañera aquí?
Hibart.- Bueno, he tenido varias. Estaba a punto de casarme con una americana pero yo estaba tomando fuerte y no me he dado cuenta que estaba enamorada de mi.
L: Si volvieras a Bolivia, que harías?
H: No se si me podría acostumbrar… No se.
L: Tienes carro?
H: No. No tengo, pero me voy a comprar. Ahora tengo bicicleta no mas.
L: Si votaras en las elecciones, votarías por Obama o por McCain?
H: Ahí esta un poquito difícil porque no se a que están jugando. El presidente de aquí va a ser un blanco.

martes, 15 de julio de 2008

Vida, pasión y muerte de Alfredo Domínguez (Segunda parte)

! Si señora ¡

1974. Tres años a salto de mata. Con Cecilia subíamos y bajábamos la calle Sagárnaga como atraídos por algo inexplicable, hasta que decidimos convocar a Ernesto Cavour para reabrir la Peña Naira en homenaje a esa historia que fue interrumpida con la clausura de la Galería acusada de no pagar impuestos. Pagamos supuestos impuestos, rescatamos las tradicionales sillas, los funcionarios no quisieron entregarnos las pinturas confiscadas. Nos hicieron firmar compromisos de sano comportamiento político, allá nos dimos cuenta del verdadero motivo de la clausura. Después de meses de trámite, nos dieron el permiso para volver a funcionar.
Con Jean Pierre Tumoine y Alain Mesili diseñamos un afiche para anunciar el retorno de la Peña y Galería Naira y la presentación de Alfredo Domínguez, Ernesto Cavour, Luís Rico y Lucho Cavour para reconstruir la historia del trío. Pegamos el afiche en las paredes de la ciudad con ese aire de clandestinidad y derecho a hacer cultura.
Ahí estaba Alfredo Domínguez con su guitarra que junto a Ernesto y Lucho Cavour nos traían a la memoria, la notoria ausencia del Gringo Favré, Julio Godoy y Yayo Jofré, cantando y contando sus impresiones en el viejo continente donde desarrolló actividades musicales y pictóricas en el grabado.
Alfredo siempre guardó distancia con sus compañeros de viaje y en su acostumbrada ética, toma el charango y sin intensión de pisarle el poncho al maestro Cavour, hualaychea con el charango dándole un aire picaresco a este instrumento.
Alfredo no admitía la canción protesta argumentando que ésta se basaba en postulados ideológicos de partidos políticos de izquierda, pero en su canto sencillo, mostraba el sufrimiento de los campesinos obligados a emigrar a la zafra argentina a sufrir la explotación en los ardientes cañaverales de Tucumán y el doloroso retorno expresado en esta copla: “Ahora que vuelve a su tierra/ Gritando evoca un carajo/ Viva mi Patria Bolivia/ aunque no haya trabajo/. Su obra cumbre “Vida, pasión y muerte de Juan Cutipa” mostraba la cotidianidad de los campesinos que se vuelven mineros.
Alfredo Domínguez aprendió a nadar en el río Tupiza y llegó a competir en la piscina del estadio de la capital chicheña.
El fino humor ponía en ridículo la discriminación y las reglas de urbanidad europea, terminando, como es de justicia, mofándose de si mismo. Dicen que soy mentiroso/ Pucha eso si es mentira/ Lo acepto, soy mentiroso/ Pa´ que vean que no miento.
Si señora
Esto pasó en Suiza. Allá los obreros, es decir los albañiles, los mozos, los que barren las calles, son sobre todo, italianos y españoles. Una vez, una señora me mira y me dice:
-¿Es usted brasilero señor?
-No señora, yo soy boliviano.
- boliviano? boliviano?..!Ah! un otro italiano

Otra señora. Me mira y me dice
-¿De dónde es usted?
-De Bolivia señora.
-¿Dónde está Bolivia?
-Lejos
-Pero, ¿cómo has hecho para llegar hasta aquí?
-He nadao pues señora.

Otra señora. Se ha muerto esta señora. Me mira y me dice.
-Yo estoy segura que tu eres un indio.
- Si señora.
- Pero, ¿dónde están tus plumas?
- En la aduana me han quitao pues señora.

domingo, 6 de julio de 2008

El silencio del perdón


Era bonito viajar cualquier domingo a Tarabuco, para mirar a los indios apoyados en las paredes decorando con sus ponchos de líneas horizontales junto a sus jóvenes compañeras de los gorros tejidos y escuchar a lo lejos las espuelas que nos anunciaban el Pujjllay orgullo de jóvenes chuquisaqueños que al calor de la chicha encontraban sus orígenes y volvían a su cotidiano estudio para comprender perfectamente la palabra identidad. Era bonito cuando un indio como Don Mauro Núñez llegaba a los grandes museos de París o Londres y dejaba en espera a la Real Academia de la Lengua para nombrarlo con algún apelativo que reemplace a “indígena talentoso”. Hoy, algunos jóvenes estudiantes sucrences quieren hacer presencia mediática en Sucre, acomplejados por estudiantes cruceños platudos que, apostados en la acera sur de la Plaza 25 de Mayo, dominan la economía barrial, la economía de discoteca, la economía oscura del tráfico de drogas, la economía de la prostitución y la economía de médicos sobornados para lograr el record nacional de abortos. Hoy, a 199 años de dignidad, la Universidad Real y Pontificia San Francisco Xavier, camuflada en la Autonomía Universitaria, aprende la lección de los prejuicios que todos los días dictan John Caba, Fidel Herrera y Jaime Barrón, tres indígenas que quieren ocultar el color de su piel detrás de una corbata y Aidée Nava, una mujer que vive lejos de la humilde morada de la Coronela de América, Doña Juana Azurduy que murió ayer 25 de Mayo, mientras la alcaldesa echaba de la ciudad a los indios arrodillados. Ha de ser bonito volver a Tarabuco para el Pujjllay o continuar por Padilla rumbo a Monteagudo y llegar a la Fiesta del Ingre. Ha de ser bonito cuando podamos volver, después del perdón de la piel, después del perdón de los colores, después del perdón de las miradas, después del perdón, sentimiento que no se pronuncia. Ha de ser bonito cuando podamos volver a la Plaza 25 de Mayo con nuestra bandera en alto a decorar con nuestros ponchos las paredes de las barrocas fachadas construidas en el tiempo del silencio del perdón. Ha de ser bonito volver a la Chuquisaca que añoro, espero no tardar otros 199 años.


La Magia de la madera
Pujjllay
Paredes blancas de estuco
Que colorean los tatas
Con sus ponchos su abarcas
Yamparas y Tarabucos.

Bajan y suben los cerros
Con sus espuelas doradas
Y al compás de zampoñadas
Hacen sonar sus cencerros.

La tierra tiene que darnos
La magia de la madera
Para taller la bandera
Y así poder liberarnos

La tierra tiene esa copla
En cada indio del valle
En el hombre de la calle
En cada viento que sopla

1983 Concierto en el Hospital.


Monteagudo-Chuquisaca.
El Doctor Apodaca tocó la puerta de mi habitación del alojamiento diciendo:-Querido Lucho este bloqueo de caminos ha de ser largo y no podrás volver a Sucre ni continuar a Camiri- Vengo a pedirte que les regales unas canciones a los internos del hospital-
Invitación que acepté con gusto.A las 10 de la mañana tomamos camino. La amena charla no me permitió leer el gran letrero de entrada al hospital. Solo cuando llegué al salón donde esperaban los pacientes pude darme cuenta que se trataba del “Hospital Dermatológico de Monteagudo” comúnmente llamado “Leprosario”. Ahí estaba yo en medio de ese público tan particular que batía palmas en cada cueca, en cada bailecito, en cada morenada. En hora y media agoté las canciones más festivas para estar a la altura del entusiasmo de los enfermos que seguían el ritmo “Con las manos pla pla pla con los tacos tap tap tap Viva la fiesta”.
Al final, y a la orden del médico de trasladarse al patio para tomarnos fotografías mi entusiasmado público desocupaba la sala cubriendo sus rostros del sol de medio día. El último paciente en salir me extiende la mano agradecido, yo estrecho la suya emocionado, luego me di cuenta que había estrechado la mano a un enfermo de lepra. Avergonzado y silencioso sentí terror. El director del hospital me lleva a las oficinas, la hermana religiosa y enfermera nos invita unos bocaditos de picadillo con galleta que metían la lepra por mi garganta contagiándome todo el cuerpo mientras me contaba del infortunio de los chiriguanos ava sometidos a nivel de esclavos por los terratenientes de la región.De vuelta al alojamiento, hice toda la ceremonia de higiene para esperar el regreso del doctor a su domicilio y consultarle sobre el contagio de la lepra. El galeno me toma la mano como un Angel diciéndome que la lepra no es contagiosa, que era mejor hablar de la juventud, de las religiosas enfermeras, de Huacareta, de Muyupampa, del Ingre, del gringo Benito Heally que escribió el desaparecido libro “Caciques y Patrones” excelente tesis que denuncia con iniciales a los terratenientes esclavizadotes quienes valiéndose de influencias políticas de la dictadura, obtuvieron tierras esquivando la reforma agraria. Allá, en esas tierras que hoy son el centro del país compuse esta canción como un homenaje a nuestros compatriotas chiriguanos Ava.

Los Chirigüanos del sur

Yo vi allá en el sur la mano amiga
Esa mano callosa chirigüana
Y las negras trenzas de la Juana
Pariendo un nuevo peón para la estancia.

Yo vi la pobre choza allá en los cerros
La fuente de maíz y de cumanda
Y bajo la mirada del que manda
Sentir el odio vertical como los perros.

Ayayayay cómo me duele
Saber que allá en el sur hay estas cosas.

Yo vi al Chirigüano en largo aliento
Ganarle a la luz de madrugada
Y al final terminada la jornada
Mirarse repartido a cuatro vientos.

Yo vi a la chirigüana adolescente
Un domingo, vestida de paloma
Y mezclarse la dulzura de su aroma
Con el agrio sudor terrateniente.

Ayayayay cómo me duele
Saber que allá en el sur hay estas cosas.

Las mujeres son la fuente de inspiración de Luis Rico


Miguel Ángel Souza. El Deber

Éste no es un disco que busca que lo aplaudan, sino que quiere generar un debate sobre la situación de la mujer en nuestro país”. Con esas palabras, Luis Rico comienza a hablar de su nueva producción discográfica. Se trata de Mujeres, un disco a través del cual Rico quiere rendirle homenaje a su madre, a su esposa, a sus hijas y a todas las mujeres que ha conocido en Bolivia y América Latina. “Las mujeres hacen un gran trabajo y, sin embargo, acá en Bolivia hay un alto grado de machismo”, admite el cantautor boliviano. Y el mejor ejemplo de la labor femenina es su disco, en el que cuenta con la colaboración de sus dos hijas y su esposa. Paola aporta con su voz en algunos temas, Daniela se encargó de la iconografía y el diseño gráfico que acompaña al CD, y su esposa, Cecilia, manejó la parte administrativa. “Ellas han estado conmigo en los momentos difíciles. Ellas sufrieron las veces que me encarcelaron durante la dictadura de Banzer o cuando tuve que salir exiliado en el gobierno de García Meza”, recuerda.El CD está compuesto de 14 temas en los que se le canta a La alfarera, Polilla, La colegiala, Juana Azurduy, Matilde (la esposa de Pablo Neruda, a quien Rico conoció en persona), Palliri y otras. “Trato de cantarle a las mujeres y sus diferentes facetas en la vida”, dice Rico, que es acompañado musicalmente por Óscar Gemio (guitarra), Sergio Ramírez (batería), Álvaro Gemio (bajo eléctrico), Rubén Moruno (bongoes), Gustavo Valdivieso (bombo chaqueño) y Omar Calle (jacha, quenacho y zampoña).Una de las interpretaciones especiales se titula Serenata a Gladys Moreno, dedicado a la ‘Embajadora de la canción boliviana’, que falleció en 2005. “La conocí por teléfono, cuando un canal de televisión nos contactó a los dos para una entrevista en vivo”, recuerda Rico, admirador declarada de la cruceña.La presentación oficial del disco se realizó el 10 de junio en La Paz y actualmente se está buscando fecha para venir a Santa Cruz.

Tomado de El Deber Santa Cruz de la Sierra - Bolivia, Martes 19, junio de 2007

Amarga Zafra

1º. de Mayo del 2007. La Central Obrera Regional me invitó a cantar para festejar el día internacional del trabajo en la bella Bermejo. Entre canto, vino y asao, la amena charla me trae a la memoria al personaje de la injusticia. Juan Cutipa, obra musical del malogrado cantautor Alfredo Domínguez, es la dramática historia que año tras año se repite en las regiones de producción cañera del continente.

Tucumán-Argentina. En los años ´60 recibía gran cantidad de campesinos bolivianos que, esperanzados en una vida mejor, atravesaban la frontera de Villazón para subirse a los camiones repletos de mano de obra barata. Desde ese tiempo ha habido mucho olvido por parte de los gobiernos mientras los campesinos potosinos continúan, hasta hoy, viviendo una vida de esclavos. Mayo es el mes de los éxodos rumbo a los cañaverales. Hasta allá llegan los paisanos con sus mujeres y sus niños chiquitos. Mujeres y niños que se convierten en “cuartas” con la obligación de deshojar las inmensas cañas cortadas a machete. Las mujeres trabajan a la par de los hombres deshojando y ordenado los fardos de caña para esperar la llegada del camión transportador que rompe bocina en lo mejor del sueño en las barracas. Los niños bajo la mirada de sus madres corretean aprendiendo el trabajo a tiempo de escapar de las alimañas y defenderse de los mosquitos que no pican, sino “muerden” las mejillas de estos niños que se rascan desesperados con sus trabajadoras manos; infectan la picadura y producen la “caracha” que es curada por la presencia del precario sistema de salud regional.

Hoy, Campo Grande, región que extiende sus brazos desde Padcaya, Fortín Campero, Positos, Campo Pajoso, Palmar Grande, Villamontes, hasta Tomatas Grande, espera a los paisanos. Allá van mis compadres a ganar 50 bolivianos por tonelada bajo un sol que castiga a 40 grados. Toda la caña irá al trapiche del Ingenio Azucarero de Bermejo empresa estatal capitalizada por los antiguos trabajadores que hoy, son dueños de la amarga zafra.

Exodo
Alfredo Domínguez

Gentes collas de todo lugar
Van camino a un cañaveral.
La frontera cruzando están
Cada uno pensativo va.

Entre ellos Cutipa llega aquel lugar
Pensando en lo mucho que puede ganar.
El mache entra a funcionar
Vigoroso contra el vegetal.

El negrero no da un paso atras
Al descanso pisoteando está.
Trabajo, trabajo no existe el jornal
Qué duro el engaño esto es explotar.

Terminó la zafra y esta es la verdad
Se vendió Cutipa que va a Regresar.

sábado, 5 de julio de 2008

Habana-Cuba “Todos los días la noche”

Solo Eusebio Leal, conocedor de cada rincón, de cada vereda, de cada fachada, de cada historia grande o pequeña de la Habana, podría traducir la invitación que Jean Claude Wicky extendió, el pasado miércoles 18, a los cubanos exponiendo sus fotografías “Mineros. Todos los días la noche” en el Centro Hispano Americano de Cultura de la Habana.Eusebio Leal expresó que: el fotógrafo (Jean Claude Wicky) ha dedicado sus imágenes a los “protagonistas en la batalla social, masa sufriente y militante que emergiendo de las sombras supo arrebatar el estaño, la plata y el bismuto; depositaria de una tradición cultural y épica que solo puede ser conocida cuando se comparte con ella el singular privilegio de la vida cotidiana”.Extendida está la invitación para que los cubanos conozcan más de la realidad boliviana y entiendan finalmente que, a los mineros, esperanzados en una vida mejor y aportando con una mita para el Che, les costó tanta muerte en la noche más fría de 1967.Para exponer cien fotografías, Jean Claude Wicky, munido solo de su cámara fotográfica, ha ido al encuentro de los mineros al interior de todos los campamentos mineros de Bolivia para demostrar que: El diablo solo sueña en banco y negro

Quechisla, Corocoro, Cancañiri,
Milluni, Punutuma, Pulacayo,
Huanuni, Rio Yura, Siete Suyos,
Catavi, Siglo XX, Telamayu.

Viloco con la nieve en las alturas,
Separa del estaño el antimonio,
Abajo se enfrentó a la dictadura,
La Iglesia sin altar del Padre Antonio.

Coquiri, Teoponte, San Vicente
Atocha, Bolsa Negra, La Enramada,
Bolívar, Capasirca, Sayaquira,
Viloco, Santa fe, Morococala.

La lluvia moja todo el campamento,
El sol forma un inmenso arco iris,
De piedra sobre piedra es el momento,
Descansan con un pijjchu las palliris.

Oruro, mi Chorolque , Amayapampa,
Cañadón Antequera, Japo, Porco,
Landara, Cami, Tasna, Mina Chojjlla,
Tatasi, Potosí, Mina Matilde.

Un pucho para el Tío de la mina,
La coca, el alcohol, la llama blanca,
Las venas de agua clara y copajira,
Se mezclan con la sangre en la wilancha.

Jean Claude es el mortal que estando vivo,
Ha vuelto de las puertas del infierno.
De tanto andar y andar se ha convencido
Que el diablo, solo sueña en blanco y negro.