viernes, 27 de agosto de 2010

Desaliento y Dignidad

Enciendo la computadora e ingreso a internet gracias a la empresa que me hace el servicio por unos dólares equivalentes en sostenible moneda nacional. ¿Para qué? Todos los días recibo unos treinta correos, puedo chatear, entrar a facebook, enviar saludos, mandar proyectos, recibir respuestas, leer periódicos del mundo, clasificar información, guardar cosas curiosas y cuando estoy navegando y escribiendo notas, que para mi, son muy importantes, viene Ignacio (3 años) hace click en un botón de mi pc para decirme:-Abuelo, me invitas un jugo de mandarina? He aprendido a rescatar documentos no guardados y esperar las once de la noche para abrir correos con asuntos interesantes como el que me llega con el artículo del maestro cantautor, del entrañable amigo con el que compartimos esperanzas en: Varadero 81, Abril en Managua, El canto en Ecuador, El retorno de la Democracia en La Paz y un Canto para los mineros en la mina de Siglo XX.


Bloqueo. Silvio Rodríguez. Publicado el 23 Agosto 2010

Estuve en la ciudad desde el sábado, me trajo la urgencia. Se nos fundió la tarjeta de video de la computadora, y Ojalá se detuvo. Aquí no se venden esas tarjetas. Ay de la compañía que lo haga. Multas millonarias contra ellos. Tampoco podemos encargarlas, por supuesto desde Cuba. Ese es nuestro defecto: vivimos donde no debemos. Por vivir donde nacimos somos malos, somos cómplices y, para colmo, somos bobos. La estupidez de vivir en nuestro propio país nos dificulta crear escuelas de música y estudios de grabación. Mucho más sostenerlos. ¿A qué condenado se le ocurre mejorar siquiera la parte del panorama profesional que le corresponde? Lo que hay que hacer es irse. Si es ilegalmente, mejor. Para algunos, la única forma de legitimar un proyecto es descalificando lo que sea que haya ocurrido en el último medio siglo en Cuba. Nos castigan porque nos quieren mucho. Sufren de vernos padecer en esta isla maldita. Por eso nos aprietan tuercas. Para que aprendamos a ser mejores cubanos desde afuera. Y toman medidas para aislarnos a los que ya éramos isleños. ¿Por qué las toman? Porque son los más ricos, los más bellos, los más felices. ¿Por qué contra nosotros? Porque nos consideran lo contrario. ¿Quiénes aplauden? Los que suspiran por parecerse a ellos. Por suerte siempre hay manos que logran escapar de ese “mundo libre”. Benditas. Somos un país que se dedicó a alfabetizar, a construir universidades de médicos y artistas. Y ahora pretenden hacer ver que nos gusta tener pianos sin cuerdas y vientos sin zapatillas. Vaya imaginación. http://www.cubadebate.cu/opinion/2010/08/23/bloqueo/

Desaliento y Dignidad del entrañable Silvio. Conozco ese sentimiento porque cargando la guitarra, hemos cantado clandestinos a partir de 1964 cuando el General Barrientos clausura el año escolar dejándonos en caída libre sobre terreno pedregoso, la masacre de mineros en la noche de San Juan, los sucesivos golpes de estado militares, el plan cóndor, la prisión, la tortura, la muerte, la desaparición, los gobiernos militares relacionados con el narcotráfico, la recuperación de la democracia y el tiempo vergonzoso de ser gobernados por dictadores reciclados y narcovinculados mientras cae…l e n t a m e n t e…el muro de Berlín arrastrando en su remolino a personalidades, dirigentes, líderes de partidos de izquierda y promesas de revoluciones mientras el neoliberaismo obedece líneas de política económica para salir del subdesarrollo y entrar a calidad de países en desarrollo para justificar la capitalización de las empresas estratégicas a precio de gallina muerta. Desaliento y Dignidad. Conozco ese sentimiento. A partir del año 2005 vivimos un nuevo tiempo. Estamos llegando al espacio con satélite propio mientras los indígenas del Beni se disponen a marchar. Estamos viajando en avión propio mientras hay problemas limítrofes entre Oruro y Potosí cuyos pobladores intentan pasar del estatus de miserables al estatus de pobres. Nuestra economía está más sólida que nunca, el estaño en 9 dólares la libra fina y el gas que dosifica el herario nacional mientras un niño mira como única opción, el sendero por donde se va su padre a trabajar en la mina. Y como dice Silvio: La estupidez de vivir en nuestro propio país nos dificulta crear escuelas de música y estudios de grabación. Mucho más sostenerlos. ¿A qué condenado se le ocurre mejorar siquiera la parte del panorama profesional que le corresponde?

Desaliento y Dignidad. Conozco ese sentimiento.

martes, 24 de agosto de 2010

Las primera canas de Evo Morales

Confieso: Yo fui la “oveja negra de la familia” y mi madre, jalándome las orejas, me decía: “Me estás sacando canas verdes” y después de una buena comida y un beso en la frente, continuaba mí empecinado camino de cantor que me llevó a toda América Latina, Australia, Canadá, Estados Unidos y Europa. Volviendo de Europa conocí a Evo Morales dirigente cocalero que volvía a Bolivia con los ojos encendidos después de conocer a la gente que hoy lo admira y lo adula por el camino recorrido. Después de saludarnos, nos sentamos frente a frente en el transporte manga para entrar al avión rumbo a Sao Paulo o Lima. Esos momentos me permitieron registrar la imagen de un joven medianamente musculoso hecho a golpe de trabajo, con un corte de pelo corto y firme, como recién salido del cuartel. Pasó el tiempo y para mi sorpresa, lo vi en la televisión dando guerra a los neoliberales. Su vertiginosa carrera escasamente comentada por analistas y prensa nacionales, me sorprendió en otros quehaceres hasta que, el 27 de Julio de 2002 me invitó a cantar en Chimoré. Tuve que esperar dos hora bajo al sol para poder subir al escenario y cantar las canciones que personalmente me pedía. Cuando anunció el almuerzo (pescado para todos) otra vez nos sentamos frente a frente para tener la oportunidad de hacer otra observación y registrar la nueva imagen del Evo parlamentario en franca carrera ¿A dónde?
No sabía. En 2005 los supimos y hoy 2010, se a dónde va y lo acompaño porque creo en este proceso que a trancazos y tropezones, finalmente, incluye a los eternamente excluidos: Los campesinos, los mineros, las mujeres, los niños, cuya realidad conozco personalmente cantándoles en estos 42 años. Hoy que debo llamarlo Señor Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, líder de la Revolución Cultural y Democrática, la imagen de Evo ha cambiado. Evo no toma Coca Cola ni come pollo, pero le están saliendo las primeras canas y esas canas se llaman: Margarita Terán, Román Loayza, Filemón Escobar, Santos Ramírez, Lino Villca, Alejandro Almaráz, Felix Patzi, René Joaquino, Fidel Surco, Gustavo Torrico y el NarcoAmauta, pero ya no le quitan el sueño: Rubén Costas, Ernesto Suárez, Mario Cossío ni Leopoldo Fernández. En esa vertiginosa carrera y subido en moderno avión, ya no le interesan: Alex Contreras, Mánfred Reyes Villa, Branco Marincovich, Ana Melena, Jhon Cava ni José Luís Paredes.
A sus ministros les endosa su inquietud por Celestino Condori, Adolfo Chávez, Rafael Quispe y Marcial Fabricano.
Las canas que tengo son tantas como las horas, las semanas, los meses y los años que no he vuelto a hablar con mi amigo Marcelo Quiroga Santa Cruz.