
Coco Manto me llamó para decirme que los compatriotas exiliados habían logrado la concesión del Auditorio de
En el escenario central de
Después de varios discursos y como participación central, el anunciador presenta al autor de El Llano en llamas. El escritor se incorpora y camina hacia el micrófono, busca sus lentes y todos notamos que los ha olvidado. A tiempo de guardar el papel que no podía leer, dice: -Conocí a Marcelo Quiroga Santa Cruz en un encuentro de escritores en Santiago de Chile. Por su conversación y su palabra clara, percibí en él, un talento innato. En esa ocasión, Marcelo Quiroga Santa Cruz me preguntó: -Qué deberíamos hacer los escritores para evitar tantos golpes de estado militares en América Latina- Y yo le respondí, dice el Maestro Juan Rulfo:
“No hay general que resista un cañonazo de 50 mil pesos.” Claro que aquí, en este gobierno de López Portillo, ahora se los dan por millones para mantenerlos tranquilos. El auditorio estalló en aplausos.
Al día siguiente todos los periódicos mostraban en portada el discurso del entrañable Juan Rulfo a quien solo en una semana pudieron abatirlo con declaraciones institucionales, discursos políticos y sesudos análisis mediáticos.

Coincidiendo con Vicente Leñero, otro escritor mexicano, allí conocimos y nunca olvidamos a Juan Rulfo un hombre sencillo en su genialidad, quebradizo en su fortaleza, tímido en su palabra exacta, enorme y frágil como todo ser humano.
Allí canté esta canción que compusimos con Jorge Mansilla Torres-Coco Manto actual embajador de Bolivia en México
Cristina
Guarda la instancia entristecida
Que crece en tu melancolía
Novia de gloria desolada
Y brotemos Cristina al nuevo día.

Verde cristal de tu mirada
Crisol sereno de alegría
Cuida esta rosa de guitarra
Y brotemos Cristina al nuevo día.
“Y mañana el pueblo” Cristina,
Como quisimos, uno y nuevo.
Con la bandera matutina de tu ternura
A sangre y fuego,
Porque, Cristina, para siempre,
Somos tú, eres nosotros.
Lunes 13 de Diciembre de 2010